Ahora la dedicación de tiempo no es suficiente. Dedicar tiempo a los niños y jóvenes actuales, es decir a la nueva generación de jóvenes no es lo mismo, porque no se encuentra un punto de conexión entre los padres y los hijos.
Tiempo atrás las propuestas de dejar los celulares a la hora de las comidas, o de alguna reunión familiar parecía la cura o remedio para la falta de comunicación y la falta de atención. Al empezar poner ésta en práctica se podía esperar una gran sorpresa o una no muy grata. No había nada de qué hablar o los temas de conversación simplemente no existían y se obligaba a generar una conversación.
En si los padres no saben en qué momento dejáron de tener temas de conversación con sus hijos ni absolutamente nada de que hablar, se han percatado de que ellos no conocen a sus hijos, así como ellos tampoco. Y la tarea de tratar de ser más cercanos a ellos, la cual debería ser espontánea y natural se ha convertido para muchos en un reto inalcanzable.
Actualmente las charlas en una familia de digitales/análogos se limitan a preguntarse ¿Cómo están?, ¿Cómo les ha ido?, ¿Qué tal ha sido su día?… solo preguntas de información general, de manera ritual y automática, y las respuestas son igual de mecanizadas. Todo se ha vuelto rutinario, acompañado de la falta de contacto, es decir, nadie se ve a los ojos al momento de hablar y/o dar alguna respuesta. No se profundiza.
Antes se podía hablar de manera general, pero hasta ahora muchos se quedan cortos en la apreciación e incluso en la inspiración para crear una conversación, lo cual genera un abismo. Hay un precipicio en muchas familias entre padres e hijos ya que irónicamente nos encontramos en el bum de la era de las comunicaciones y esto provoca, a algunos padres, sentirse más solos que nunca.
Las redes sociales y la tecnología, concebidas como medios de acercamiento, en muchos casos nos alejan más de las personas que tenemos al lado, priorizando conversaciones que quizás sean huecas y sin importancia con personas que ni siquiera conocemos.
Muchos padres están en la búsqueda de alternativas para lograr un acercamiento positivo con sus hijos, porque no solo se limita la comunicación, también se ve afectada la autoridad.
El viejo recurso de muchos padres de comparar las rutinas de su época con las costumbres de la era moderna, resulta retórica, aburrida e incluso sin sentido para muchos jóvenes. Los gestos como, ojos en blanco y la boca torcida envían un mensaje a los padres que aún no han aprendido a leer: sus escalas de valores y prioridades no tienen ningún sentido ni valor para nuestros jovenes.
Los padres deben interesarse por las cosas ‘’raras’’ de esta generación
Como conclusión podemos decir que muchos padres deben recapacitar o encaminar su mal enfoque, ya que los hijos no son una extensión de ellos. No son tampoco una ‘’segunda oportunidad’’ para hacer las cosas correctas. Son personas individuales e independientes ideológicamente en las cuales pueden observar los cambios y los avances que surgen continuamente en el mundo porque ellos se mueven en pro del mismo.
Los padres deben aprender a interesarse por las cosas ‘’raras’’ de esta generación, siempre y cuando haya precaución, así como sus hijos deben aprender a encontrar el valor en los relatos ‘’aburridos’’ de las generaciones anteriores y tanto padres como hijos deben dejar de criticar y devaluar sus gustos, ya que estos solo los convierte en enemigos.
No se excuse en decir, que no sabe usar la tecnología, aprenda. Por el futuro de sus hijos, es necesario vinculares a la nueva era que vivimos, comprenda que usted es la guía, y por tanto, de saber en que pasos andan sus hijos.
Juegos como La Ballena Azul, que sea cierto o no, ya tuvimos perdidas de jóvenes y los padres no supieron ver la señales, otro ejemplo de como va nuestra sociedad, es cuando una red social o medio de chat, colapsa por algún sentido, vea la conmoción que causa, mas de la que causaría el fallecimiento de alguien medianamente importante.
Esperamos que este tema sea de utilidad para cada uno de ustedes, especialmente para ti «Padre o Madre» que te preocupas del bienestar de tus hij@s.