Es una de las funciones «extra» del presente y, posiblemente, un requisito a la hora de comprar un smartphone en el futuro. Hay muchas implementaciones con distintos nombres como el fast charging de Samsung o el Qualcomm Quick Charge 2.0, pero todas consisten en el mismo principio.
La mayoría de dispositivos se basan en la tecnología quick charge de Qualcomm, aunque con diferente implementación. Necesitarás un smartphone con esta tecnología y un cargador apropiado para que suministre el suficiente flujo de corriente por segundo a la batería. No necesitas que tu smartphone tenga un procesador Qualcomm, esto es relativo solo al regulador, no al chipset completo. La licencia está presente en terminales como el Galaxy S6 conocido por su SoC Exynos y capacidad de brindar horas de autonomía en minutos de carga. Lista de terminales con Quick Charge.
Los cargadores tradicionales de smartphones y resto de dispositivos electrónicos que usan un puerto USB para su carga, se bastan de un voltaje de 5V y una intensidad de corriente entre 1 y 2.1 amperios. Los cargadores con más de dos amperios suelen ser más caros, pero permiten cargar tu dispositivo más rápido si este lo permite. No pasa nada por conectar un cargador que brinde más potencia que la que acepta tu smartphone, ya que el dispositivo sólo demandará la cantidad que especifica su regulador.
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La carga rápida tiene su principio en el diferencial de tensión, brindando 5v, 9v e, incluso, salida de 12 voltios. Por ello, esta tecnología está diseñada para aceptar y regular caudales de potencia más altos que lo habitual. Para el correcto funcionamiento y salud de la batería, la tecnología de carga rápida está diseñada para aportar ese extra de potencia sólo cuando lo necesitas, es decir, cuando la batería está descargada o con muy poca carga.
A medida que se va cargando el smartphone, entra en una zona a determinar por el fabricante, donde vuelve a la carga normal de la batería. Por eso el Galaxy S6, por ejemplo, es capaz de dar 4 horas de batería en 10 minutos, pero realiza una carga mucho más lenta hasta llegar al 100%, con el fin de hacer que los componentes de la batería no se degraden rápidamente.
Es importante saber que no necesitas el cargador de la marca de tu smartphone, solo un cargador con la certificación Quick Charge 2.0 de Qualcomm. Pudiendo ser uno de un tercero, aunque el cargador de la marca sea una promesa de funcionamiento correcto y duradero.
[Vía: hipertextual.com]