Windows 8 trajo muchas novedades en muchos aspectos, pero en especial en el nivel de las herramientas que tenemos disponibles para optimizar nuestro sistema sin necesidad de instalar aplicaciones de terceros. La desfragmentación automática funciona mejor que nunca. La nueva función de restaurar el sistema a un estado anterior o de fabrica con un solo clic, es de las cosas más útil que se les ha podido ocurrir para ahorrarnos más de una reinstalación completa del sistema, solo por mencionar algunas cosas.
En Windows 8 y por supuesto Windows 8.1, se incluye una nueva herramienta para crear un disco de recuperación del sistema. Estas unidades de recuperación, pueden ser creadas en varios tipos de dispositivos: memorias USB, discos duros externos, o particiones externas dentro del mismo disco donde tenemos instalado Windows.
Una herramienta de uso sencillo, y mucho más amigable e intuitiva que el proceso de recuperación manual por el que había que pasar en Windows 7. En caso de que tu sistema no inicie, podrás usar esta unidad para solucionar problemas y recuperar Windows 8.
Crear una unidad de recuperación.
Introduce el dispositivo que deseas usar como disco de recuperación, asegúrate de que no tenga archivos importantes. El dispositivo debe tener al menos 256 MB de espacio, y durante este proceso se borrará todo su contenido.
Ve a la pantalla de inicio y escribe “recuperación”, y haz clic en Crear una unidad de recuperación para ejecutar la aplicación y luego acepta que se inicie con permisos de administrador.
Una vez iniciada, el programa te mostrará algunas advertencias, haz clic en siguiente y espera por la próxima pantalla.
La herramienta de creación de discos detectará los dispositivos USB conectados y te dará a seleccionar el que quieres utilizar. Elije tu unidad, haz clic en siguiente, luego en crear, y espera que el proceso finalice. Toma menos de un minuto tener tu unidad de recuperación para Windows 8 lista.
Ahora puedes usar ese disco para reparar instalaciones de Windows 8 que estén funcionando mal, o que no arranquen, tanto en tu ordenador como en el de cualquier otra persona que tenga Windows 8 y 8.1, arrancando desde el dispositivo USB.
Este tipo de herramientas son sumamente útiles, y pueden salvarnos de el tedioso proceso de reinstalar Windows desde cero cuando el sistema no arranca. Es una lastima que no aparezca en las opciones del panel de control, sino que este enterrada bajo la pantalla de inicio y solo sea accesible a quienes saben exactamente que buscar.