Rapidshare hizo todo lo que pudo para salvar su marca, pero en un servicio cuyo principal uso desde el principio, había empezado a ser bloqueado, Rapidshare se empezó a quedar sin usuarios, y en 2013 despedía al 75% de sus empleados. Para entender por qué otros servicios de almacenamiento en la nube viven y Rapidshare en cambio muere, solo tenemos que tomar en cuenta que sus años de gloria fueron gracias a las descargas ilegales, y que raramente alguien usaba Rapidshare como actualmente usamos Google Drive o Dropbox para almacenar nuestros propios documentos personales.
En 2012, Rapidshare aún era muy popular, de hecho ocupada el lugar número 150 entre los sitios más populares en Internet. La empresa hizo todo lo posible para declararse en contra de la piratería y convencer al gobierno norteamericano y la industria del entretenimiento que estaban comprometidos con la protección de los derechos de autor, publicando manifiestos antipiratería, borrando archivos, y suspendiendo cuentas. Como resultado de todo esto, Rapidshare no fue considerado en la lista negra de sitios infractores de los defensores del copyright, como por ejemplo Megaupload, o los agregadores de torrents como The Pirate Bay.
La otra consecuencia de las acciones de Rapidshare fue un estrepitoso derrumbe del tráfico que recibían, y en apenas meses, sin siquiera importar el aumento temporal que recibieran en visitas luego del cuerre de Megaupload, Rapidshare no paró de hundirse.
Luego de más de una década, uno de los sitios más legendarios de descargas, y símbolo de toda una era, Rapidshare cierra voluntariamente al contrario de lo que sucediera con su principal rival: Megaupload. Pero cierra de todas formas, por no poderse mantener en pie en un mercado tan competitivo y tan perseguido por las leyes de derechos de autor.