Otro día, otro experimento que justifica el terror de Stephen Hawking con respecto al potencial de desarrollo de la Inteligencia Artíficial.
Resulta que un grupo de ingenieros de la Delft University of Technology (TU Delft), en colaboración con el Mauritshuis y el Museum Het Rembrandthuis, bajo el patrocinio de la compañía de seguros ING y Microsoft, han desarrollado una inteligencia artificial capaz de analizar las cualidades principales de la obra de Rembrandt, a partir de una extensa base de datos sobre sus pinturas, para luego crear un nuevo retrato emulando a la perfección su estilo.
De acuerdo con un reporte del Daily Mail, el proyecto Next Rembrandt tuvo su punto climático cuando luego de estudiar todo el trabajo del pintor la computadora determinó que la nueva obra debería retratar a un hombre de entre 30 y cuarenta años, con vello facial y ropas oscuras, encasillando de manera fría e precisa todo un legado.
Después, un algoritmo de reconocimiento facial identificó y clasificó los patrones geométricos más típicos utilizados por Rembrandt para pintar rasgos humanos y procedió a imitarlos. Posteriormente se aplicó un software de texturas, desarrollado por el TU Delft, para usar una impresora 3D que diera forma al retrato, dotándolo con el relieve propio de una pintura al oleo sobre un lienzo.
Trece capas de tinta Ultravioleta después el «oleo» quedó terminado. Tjitske Benedictus, responsable del proyecto asegura que todo esto lo hizo para mostrar los alcances potenciales de la combinación de tecnología y cultura.
Otros creerán que ya nada es sagrado.