Desbloquear gadgets y sistemas operativos usando partes el cuerpo es cada vez más común. Cerca de 89% de los dueños de un iPhone con Touch ID utilizan su huellas dactilares para ingresar a los menús de su teléfono y con el lanzamiento del más reciente equipo de Samsung, Galaxy Note 7, que incorpora el desbloqueo del equipo usando el reconocimiento del iris del ojo, se espera que el uso de herramientas biométricas se eleve.
“La noticia del nuevo escáner de iris del Samsung Galaxy Note 7 marca un nuevo paso en la tecnología biométrica, con proveedores que ahora afirman que los sensores biométricos mejoran la experiencia del usuario y la seguridad de los dispositivos móviles”, dijo David Emm, analista sénior de seguridad en Kaspersky Lab.
Sin embargo, Emm menciona que aunque usar biométricos en lugar de passwords convencionales es un avance, requiere nuevos estándares de seguridad, no son infalibles y en caso de ser vulnerados, estos sistemas quedarían comprometidos de por vida e incluso pueden extender inestabilidad a otras bases de datos.
“La biometría requiere mantener una base de datos biométricos grande y asociarla con detalles personales. Por esto, cualquier brecha de seguridad en la filtración de esta información puede tener consecuencias más serias que el simple robo de, por ejemplo, una contraseña: Después de todo, podemos cambiar una contraseña débil pero no podemos cambiar una huella o escaneo de iris que ha sido comprometido”, dijo Emm.
Acuity Market Intelligence estimó que, a medida que más marcas de consumo masivo integren este tipo de sistemas en sus gadgets, el mercado crecerá y la seguridad se hará más fuerte.
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