Rappi es una aplicación que empezó a operar en Bogotá con la realización de compras a domicilio. Hoy en día, además de las compras, ofrecen todo tipo de servicios, desde pasear a tu perro, hasta llevarte efectivo a donde te encuentres.
“Nuestra visión es cambiar el modo en que la gente consume“, dice Sebastián Mejía, cofundador de la aplicación, en entrevistas con Expansión. “Lo que queremos es ayudar a resolver problemas, convertirnos en una solución para los consumidores“.
Con esa idea llegaron a la Ciudad de México en enero de 2016, y actualmente cuentan con cerca de 300 repartidores para atender los pedidos en cinco zonas de la capital: Santa Fe, Roma, Condesa, Polanco y Del Valle. Para este año planean expandirse a Monterrey y Guadalajara.
Rappi App – Experiencia local
Cuando alguien realiza un pedido en la app, este es enviado a un rappitendero –como le llaman a sus repartidores– que se encuentre en la zona. Con su bicicleta se encarga de atender al llamado y recoger los productos que se hayan ordenado. Por supuesto, debe ir a tiendas y restaurantes cercanos al lugar del pedido, para llegar con rapidez al cliente.
Esta apuesta hacia lo local es lo que los hace diferentes, considera Mejía.
“Nosotros no vamos a usar modelos de e-commerce con grandes almacenes como en Estados Unidos. Eso no funciona en nuestras ciudades, las distancias son largas, por lo que es preferible una red de gente que esté en las calles, en las bicis, que sea ultra rápido“.
“La Ciudad de México es un lugar donde tenemos muchos de los grandes problemas de las urbes latinoamericanas, incluidas contaminación y tráfico“, explica Mejía.
Lo que nos gusta a los chilangos
Actualmente la Ciudad de México representa 50% del total de facturación de la startup. Lo que más se vende en la urbe son cervezas y refrescos, por lo que se puede pensar en que los ciudadanos son muy fiesteros, sin embargo, otro de los productos que va pisando los talones entre los más populares son los pañales.
“Además, aquí los consumos de comida están muy por encima del promedio mundial, por lo que es un buen mercado para probar nuestra idea“.
Además de productos, los repartidores pueden recoger comida de los restaurantes que elijan los usuarios, algunos incluso tienen alianza directa con Rappi, que absorbe los costos de envío, o realizar favores, como el de ir a jugar Play Station.
De acuerdo con el cofundador, la meta es que la aplicación atienda las necesidades de toda la ciudad, no solo algunas regiones, ofreciendo un servicio que pueda ser apto para todos.
“A largo plazo queremos convertirnos en un everything store, un gran centro comercial, donde además de productos, haya favores“, concluye Mejía.
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