Una plataforma que se inspira en esta idea es Mybullying, un sistema creado por investigadores de la Universidad Complutense de Madrid que pretende hacer frente al acoso escolar. De acuerdo a los datos recogidos por un foro de Servimedia en septiembre del año pasado, entre un 5 y un 10% de los alumnos en España sufría acoso escolar grave. Cifras muy preocupantes que obligan a las administraciones, los centros escolares, las familias y los propios estudiantes a tomar medidas para combatir esta problemática.
Mybullying es un programa de la UCM que puede detectar el acoso escolar en solo diez minutos. La herramienta ha sido probada en miles de estudiantes desde 2005. Tras una década de estudio, los científicos de la Universidad Complutense han demostrado que esta plataforma es capaz de generar un mapa social de la clase con el fin de proponer medidas con las que evitar el aislamiento de los alumnos más vulnerables.
El programa contra el acoso escolar ya ha empezado a ser utilizado en 700 centros de la Comunidad de Madrid a mediados de febrero. El objetivo es que, a partir del próximo curso académico, Mybullying pueda ser aplicado en 2.000 escuelas e institutos de la región. Según Javier Martín Babarro, profesor de psicología evolutiva y de educación de la UCM, “la aplicación de la prueba es sencilla y la pueden realizar los tutores mediante una evaluación colectiva por grupos de clase en el aula de informática”.
La herramienta contra el acoso escolar plantea preguntas sencillas como “¿quiénes son tus amigos?”, “¿con quién no sueles relacionarte?” o “¿a algún compañero o compañera, ¿le pegan o maltratan físicamente?” En base a las respuestas, el programa es capaz de identificar a los estudiantes más “frágiles”, con el fin de comprobar si son susceptibles de sufrir o no acoso escolar. El objetivo es promover también el apoyo “entre iguales”, tejiendo una suerte de red social para que los alumnos más vulnerables se sientan respaldados dentro del grupo. Además de la evaluación en la Comunidad de Madrid, Mybullying también ha sido probada en Castilla y León con resultados prometedores. Y es que en la lucha contra el acoso escolar, la tecnología también puede ser clave.