Las empresas le han declarado la guerra a las contraseñas convencionales en los últimos meses y están buscando alternativas. Tanto Google y Microsoft con la biometría, como Yahoo con su nuevo cliente de correo o el mismísimo John McAffe y Everykey apostando por la proximidad, están experimentando nuevas maneras de identificarnos en nuestros dispositivos. Sin embargo, una pequeña startup escocesa dedicada a la ciberseguridad, AimBrain, no está tan de acuerdo con acabar con las contraseñas. Según palabras del propio Andrius Sutas, co-fundador y director ejecutivo de la startup, “la gente normalmente tiene que elegir entre la experiencia de usuario y la seguridad, y ese es un enfoque equivocado“.
Esta empresa prefiere potenciar las contraseñas convencionales con pequeños conceptos biométricos para que desbloquear nuestros dispositivos no sea sólo cuestión de la clave, sino también de cómo la introducimos. La propuesta de AimBrain es simple: cuando desbloqueemos un dispositivo éste no sólo contará la contraseña establecida, sino también la manera en la que la escribimos. Así, incluso aunque alguien consiga la clave de acceso a un dispositivo o aplicación, le sería imposible acceder si no la introduce exactamente como lo hacemos nosotros. Esta tecnología tiene en cuenta la velocidad a la que escribimos, la fuerza de nuestras pulsaciones o incluso las zonas donde deslizamos el dedo para asegurarse de que somos nosotros.
El fundador de la empresa ha explicado a Telegraph que su visión del futuro es “que cualquier dispositivo con el que interactuemos sea capaz de saber si realmente somos nosotros”. La idea parece haberle gustado a los inversores londinenses, ya que acaban de recaudar 350.000 libras para seguir adelante con su proyecto. Además, la semana pasada también recibieron un premio por su manera de enfrentarse al futuro de las finanzas y podrán probar su tecnología en el banco suizo UBS. Te dejamos un vídeo en el que podrás comprobar por tí mismo el funcionamiento de esta propuesta: