Si hay una norma básica de seguridad en la que coinciden todos los expertos informáticos es la necesidad de tapar la webcam de nuestro computadora o tablet con con un elemento físico.
Algunos, como el conocido hacker Chema Alonso, aconseja incluso cubrir el micrófono. Lamentablemente, en internet abundan los programas maliciosos capaces de introducirse en los equipos de cualquier persona y activar sus cámaras por control remoto. Abrir un simple correo electrónico es suficiente para que estos virus infecten nuestro ordenador sin que nos percatemos. Una vez dentro, los delincuentes pueden observarnos y grabar imágenes privadas para extorsionar a sus víctimas, realizar espionaje industrial o vender videos en redes pornográficas ilegales y de pederastas.
Este riesgo potencial, que explica por qué cada día vemos más portátiles y tablets con una pegatina en la parte superior de sus pantallas, movió hace un año a la empresa valenciana WSS (Webcam Security System) a patentar a nivel mundial un producto pensado específicamente para tapar la webcam, y dotado con una llave que permite el control parental. Este elemento, denominado “look&lock”, comenzó a comercializarse hace unos meses en Estados Unidos, donde ya se han vendido 30,000 unidades.
La única manera de evitar completamente el espionaje es interponiendo un elemento físico delante de la cámara, puesto que cualquier software de protección podría ser fácilmente burlado.