La Deep Web sí conoce fronteras. A diferencia de las webs profundas de otros países, la de Estados Unidos fomenta por igual la ciberdelincuencia entre los principiantes y los profesionales con más experiencia. Esto es lo que extrae la firma de seguridad Trend Micro, que ha publicado un informe sobre el mercado clandestino del cibercrimen en Norteamérica. Bajo el nombre “North American Underground: The Glass Tank“, una investigación que forma parte de la iniciativa Deep Web/Cybercriminal Underground Economy Series (CUES) Program.
En esta investigación, explican la maduración de este mercado clandestino, que ha pasado de las actividades habituales relacionadas con las drogas, para convertirse en un creciente mercado de descarga de datos y documentos falsos, entre otras actividades. Y es que los ciberdelincuentes están evolucionando en la web profunda, a medida que adquieren más experiencia.
¿Qué podemos encontrar en la Deep Web? Todo tipo de bienes y servicios ilegales, tanto físicos como virtuales: desde malware avanzado, a drogas o armas. Por este motivo también se ha visto una creciente actividad policial en los bajos fondos de Internet, de forma que también ha aumentado la persecución de los usuarios que cometen acciones delictivas, según explican desde Trend Micro.
Uno de los motivos que han promovido este aumento del cibercrimen en la Deep Web, es que el acceso a estos mercados clandestinos es relativamente sencillo a través de la web superficial y los motores de búsqueda tradicionales, y hay mucha información disponible en Internet sobre cómo hacerlo.
Durante el estudio mencionado, realizaron investigaciones en la Deep Web, en concreto la relacionada con Estados Unidos, y estos fueron los principales descubrimientos:
El crimeware (la venta de software y herramientas para realizar ataques informáticos), es ya un elemento clave en cualquier mercado underground. Algunos foros ubicados en Estados Unidos solamente venden herramientas de hacking.
Dentro del crimeware, el más solicitado son los servicios de cifrado o crypting. Proveedores de servicios que ofrecen comprobar cómo muchos productos de seguridad marcan el código malicioso y luego cifran el malware tantas veces como sea necesario para evitar su detección.
Por supuesto, los datos de tarjetas de crédito rodabas son un clásico en la Deep Web. Los cibercriminales venden todo tipo de información, pero la relacionada con los datos financieros de los usuarios es la más codiciada. También son muy comunes los clones y falsificaciones.
Otro de los clásicos son las drogas y las armas. Según el informe de Trend Micro, en la Deep Web resulta más sencillo mantener el anonimato cuando se trata de este tipo de transacciones. El mercado de armas además, revela contactos en el extranjero que permiten la entrega de los productos fuera de Estados Unidos.