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Ciberacoso y sexting: las claves para detectarlos y hacerles frente

18 febrero, 2016
Ciberacoso y sexting

Ciberacoso y sextingCiberacoso y sexting: las claves para detectarlos y hacerles frente

El cyberbulling o ciberacoso se ha extendido en los últimos años. Un fenómeno que se ha propagado peligrosamente entre menores y adolescentes. Y cada vez más, una variante de este acoso digital, el sexting. Este consiste en el intercambio de datos íntimos a través de servicios de mensajería como WhatsApp, Snapchat, Viber, Skype, mensajes de texto o a través de las mensajerías de las redes sociales. El contenido pueden ser textos, fotos o vídeos comprometidos que pueden acarrear consecuencias para los afectados y pueden ser usados en su contra.

Es importante saber que una vez que se ha intercambiado información, esos datos dejan de se privados… Y nunca se sabe dónde pueden acabar. Muchas veces las víctimas, sobre todo si son menores, no son conscientes de que pueden perder la privacidad de sus fotos o vídeos, y que estos pueden ser usados por atacantes para chantajear a sus víctimas. De hecho, esta es una de las consecuencias del sexting: los datos son usados para acosarles o chantajearles.

Según un estudio publicado por Kaspersky Lab, el ciberacoso es una gran preocupación para los padres: al 50% de ellos les preocupa que sus hijos puedan ser víctimas. Esto es así en muchos casos porque los padres desconocen en gran medida el uso que los menores hacen de Internet y las nuevas tecnologías. Por eso siempre es importante recordar que la comunicación en estos casos en clave, y ante todo, la información.

Tanto los padres, como los profesores y los menores deben conocer los casos que pueden afectarles, para reconocerlos si le pasa a un compañero, y saber cómo actuar en el caso de ser víctima de ellos. La firma de seguridad ofrece una serie de consejos para evitar las consecuencias del sexting, que pueden llegar a ser muy graves para las víctimas.

En primer lugar, no intercambiar fotografías íntimas, ni con conocidos ni con desconocidos, por mucho que insistan en ello. Esto se aplica a cualquier contenido privado; nunca se deben enviar para intentar atraer la atención de otra persona, ya que quedan en su poder y lo más probable es que los acabe compartiendo. Si eres tú el que recibe este tipo de contenido, cuidado: no bromees con este tipo de imágenes o vídeos, te meterás en graves problemas.

Para los padres, puede ser interesante instalar programas de control parental en los smartphones de los menores, sobre todo a determinadas edades. No se trata de controlarle en todo momento, pero de esta forma se puede evitar más de un mal trago.Y no solamente a través de mensajería… No debes publicar en redes sociales fotos privadas o íntimas. Pierdes el control sobre ellas y nunca sabes quién las puede llegar a usar, o para qué.

Si los contenidos ya se han hecho públicos… Actúa

Ante todo: no cierres los ojos ante el ciberacoso. Si ves a alguien que puede estar sufriendo cyberbulling, sexting, o cualquiera de sus variantes, comunícalo, denúncialo. Pero si eres la víctima, y los contenidos que has enviado ya se han hecho públicos, o alguien los ha subido sin tu consentimiento a una red social, esto es lo que debes hacer según Kaspersky Lab:

Para empezar, no comentes esas fotos o vídeos en las redes sociales. No generes más conversación y evita atraer la atención sobre ello. Ignora los comentarios que puedan haber publicado. Sea en la plataforma que sea, ponte en contacto con el administrador o denuncia esos contenidos para informar de que han sido publicados sin consentimiento. Las redes sociales deben eliminarlos.

Si va a más, contacta con un abogado para que pueda estudiar la legislación de protección de datos, o distribución de pornografía infantil, en su caso. Y sobre todo, denuncia el delito ante los cuerpos de seguridad del Estado. Tanto la Policía Nacial (DICAT) podrán darte solución.